De mi casa a un hospital (mi zona segura) - Capítulo II

Después de nuestro último encuentro, he estado reflexionando sobre la mejor manera de compartir contigo cómo comencé a entender y manejar mi ansiedad. Creo que compartir mi propia experiencia podría iluminar tu forma de ver la ansiedad.

Recuerdo claramente un día, caminando hacia el cine en las calles de Bogotá,cuando comencé a sentirme ansioso sin ningún motivo aparente. Se formó un nudo en mi estómago y las palpitaciones aceleradas me avisaron de que algo no iba bien. En ese momento, impulsado por un miedo inexplicable, regresé a casa (mi zona segura) buscando algo de tranquilidad y,sorprendentemente, al llegar, me sentí mejor instantáneamente, como si nada hubiera pasado.

Las noches, por otro lado, eran un desafío constante. Tenía mucho insomnio, alimentado por un torbellino de pensamientos, a veces me llevaba hasta las puertas del hospital buscando respuestas. Curiosamente, al llegar allí, donde me sentía "seguro", los síntomas desaparecían. Fue un ciclo frustrante, darme cuenta de que los lugares "seguros" solo ofrecían una solución temporal.

Estas vivencias fueron mi primer acercamiento a reconocer y enfrentar los síntomas de la ansiedad. Aunque buscar lugares seguros eran soluciones momentáneas, marcaron el inicio de un aprendizaje más profundo sobre cómo gestionar esos desafíos.

En nuestro siguiente encuentro, te contaré cómo aprendí a manejar estos momentos de manera sostenible en el tiempo.Pero antes, me encantaría saber si has vivido experiencias similares. ¿Encontraste tus "zonas seguras"? ¿Cómo te enfrentas a esos momentos de ansiedad?

Compartir tú historia puede ser el primer paso para entender mejor este camino que transitamos juntos. Nos vemos en el siguiente capítulo de esta historia.