¿Alguna vez te ha pasado que, al acostarte, en lugar de relajarte, sientes que tu corazón late con fuerza o rapidez? Pues, la taquicardia nocturna puede ser una experiencia común en personas que sufren de insomnio. De hecho, la taquicardia puede ser una causa del insomnio, provocando miedo en la persona y evitando que duerma. 

¿Cuál es la conexión entre la taquicardia y el insomnio? En este artículo lo exploraremos y te daremos técnicas para manejar el malestar y conciliar el sueño.

Relación entre insomnio y taquicardia

El insomnio y la taquicardia suelen estar vinculados a un ciclo de retroalimentación negativa. Por un lado, la falta de sueño puede aumentar los niveles de cortisol y adrenalina, hormonas que estimulan el sistema nervioso y aceleran el ritmo cardíaco. 

Por otro lado, la taquicardia genera miedo, el cual se traduce en ansiedad. Y esto dificulta aún más conciliar el sueño. Este círculo vicioso puede prolongarse si no se identifican y tratan las causas subyacentes, las cuales pueden ser muy diversas. 

De hecho, aunque se crea que ambas condiciones tienen causas diferentes, lo cierto es que pueden coexistir o ser las mismas. Por un lado, problemas emocionales pueden causar ansiedad, taquicardia e insomnio. Mientras que la taquicardia puede generar cambios de humor, irritabilidad, miedo a morir, ansiedad e insomnio. 

Posibles causas de este problema

  1. Estrés y ansiedad: Uno de los factores más comunes que conectan el insomnio con la taquicardia es el estrés. Las preocupaciones diarias o específicas, así como los pensamientos intrusivos, pueden generar un estado de alerta, provocando que el sistema nervioso simpático active una respuesta de “lucha o huida”, lo que incrementa naturalmente el ritmo cardíaco.
  2. Consumo de estimulantes: La cafeína, nicotina o incluso algunos medicamentos, pueden intensificar la actividad del sistema nervioso y causar taquicardia. Además, consumir estas sustancias en horas cercanas a la noche puede empeorar tanto el insomnio como los episodios de taquicardia.
  3. Problemas médicos subyacentes: Condiciones como la hipertensión, el hipertiroidismo o la apnea del sueño, pueden desencadenar episodios de insomnio y taquicardia. En algunos casos, incluso los trastornos del ritmo cardíaco, como la fibrilación auricular, pueden ser responsables de ambos síntomas.
  4. Miedo a no poder dormir: Muchas personas que padecen insomnio desarrollan una ansiedad anticipatoria ante la idea de pasar otra noche en vela. Este estado de tensión, genera una respuesta física en el cuerpo, incluyendo el aumento del ritmo cardíaco.
  5. Otros miedos: Miedos como el temor a la oscuridad, también pueden generar taquicardia y, por ende, insomnio. Aunque es un miedo común en niños, también puede aparecer en adultos, de una forma inconsciente. 

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Consejos para controlar la taquicardia durante el insomnio

  • Practica técnicas de relajación: La taquicardia está directamente relacionada con el sistema de activación del cuerpo, por lo que la mejor forma de contrarrestarla es activando el sistema de relajación del cuerpo. La técnica más eficiente para lograr esto, es utilizando la respiración. Por ello, ante la taquicardia y el insomnio, son muy recomendados los ejercicios de respiración y relajación. Existen diferentes técnicas, sin embargo, te dejamos una sencilla y corta:
    1. Inhala profundamente por la nariz, poniendo una mano en tu pecho. Luego exhala lo más lento que puedas, también por la nariz.
    2. Vuelve a inhalar profundamente, contando hasta 3 y exhala lo más lento que puedas, contando hasta 5.
    3. Mientras respiras, enfoca la atención en tu respiración, e intenta ignorar los pensamientos que te vengan a la mente.
    4. Repite este ciclo todo lo que necesites hasta que logres conciliar el sueño.
  • Evita los estimulantes antes de dormir: Limita el consumo de cafeína, alcohol o alimentos pesados al menos 2 a 3 horas antes de acostarte. De esta forma, la digestión habrá terminado antes de dormir y tu corazón estará más calmado. También puedes optar por bebidas relajantes como infusiones de manzanilla o valeriana.
  • Establece una rutina de sueño: Las rutinas de sueño son esenciales. Ir a la cama y despertar a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico, facilitando un descanso más reparador. Además, es importante crear un ambiente tranquilo, libre de distracciones, con luz tenue y una temperatura agradable.
  • Prueba técnicas de visualización: Este tipo de técnicas pueden ser muy útiles para trasladar la atención de tu corazón, a pensamientos compasivos que te ayuden a conciliar el sueño. Imaginar un escenario tranquilo y relajante puede ayudar a desviar la atención de las preocupaciones y calmar los latidos del corazón.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si los episodios de taquicardia durante el insomnio son frecuentes, intensos o acompañados de otros síntomas como dolor en el pecho o dificultad para respirar, entonces es fundamental que consultes a un médico, psicólogo o psiquiatra

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Esto permitirá descartar afecciones médicas graves, como problemas cardíacos o desequilibrios hormonales, así como condiciones psicológicas o emocionales, como traumas pasados, que podrían estar contribuyendo a la aparición de ambos síntomas.

Identificar el origen para solucionar ambos síntomas

La conexión entre el insomnio y la taquicardia no debe tomarse a la ligera, ya que afecta tanto la salud física como emocional. Identificar el origen del problema es esencial para romper el ciclo y mejorar la calidad de vida. 

Ya sea modificando hábitos, implementando técnicas de relajación o acudiendo a un profesional, abordar ambos síntomas desde sus causas te permitirá recuperar el control sobre tu descanso y tu bienestar general. 

Te dejamos un par de consejos:

  • Presta atención a tus patrones de sueño, ya que es posible que la taquicardia solo aparezca en días o momentos específicos.
  • Practica la escritura creativa, desahogando tus emociones y pensamientos en papel. Esto puede disminuir los niveles de ansiedad y silenciar el sobrepensamiento.
  • Cambia tu rutina de descanso, mejorando los aspectos débiles como el uso de las pantallas antes de dormir.
  • Presta atención a tu alimentación y estado de ánimo antes de dormir, quizás eso te dé pistas sobre cómo te sientes al momento de dormir.

Finalmente, mantén este mantra en mente: “La noche es para dormir y soñar, no para pensar y preocuparse”. Esto te ayudará a asociar la noche con el sueño y no con el miedo y la ansiedad.🌙💙