¿Qué es el razonamiento emocional y cómo afecta?

En el artículo de hoy te contaremos todo lo que tienes que saber sobre el razonamiento emocional. 

El razonamiento emocional es un patrón de conducta que puede traer muchas dificultades si se sostiene en el tiempo, por lo que es importante conocer en qué consiste y detectar cuando lo estamos utilizando. 

Por eso, a continuación compartiremos algunos ejemplos clásicos de este tipo de razonamiento y diversas estrategias para manejarlo.

¿Qué es el razonamiento emocional?

El razonamiento emocional es un proceso de pensamiento en el que las emociones desbordan por completo a la razón y determinan nuestras acciones. Habitualmente, nos lleva a tomar decisiones rápidas y equivocadas. Cuando nos guiamos por el razonamiento emocional pensamos y actuamos sin lógica alguna, dejándonos llevar por una emoción dominante que afecta toda nuestra percepción de la realidad. 

Una emoción negativa como el miedo ante una situación específica, por ejemplo, puede invadir todos nuestros pensamientos y hacer que tengamos miedo de todo lo que sucede a nuestro alrededor. El razonamiento emocional es peligroso porque nos “nubla la mente”, perdemos la objetividad y nos hace tomar determinaciones impulsivas sin analizar sus posibles consecuencias.

Algunas errores habituales que podemos cometer por el razonamiento emocional son los siguientes:

  • Tomar decisiones egoístas, valorando sólo nuestras emociones momentáneas y sin considerar las consecuencias para las personas que nos rodean.
  • Tomar decisiones basadas en prejuicios y sin fundamento lógico, sin analizar el contexto real.
  • Inmovilizarse ante el miedo o la tristeza y dejar pasar oportunidades que pueden beneficiarnos en el futuro.

Ejemplos de razonamiento emocional  

  1. Una persona que queremos nos trata mal y eso nos enfada. Por más que en el momento no decimos nada, la ira se apodera de nuestros pensamientos y opaca todas nuestras relaciones. Luego, nos terminamos por enfadar y tratar mal a nuestra pareja u otra persona que no nos hizo nada.
  2. Las compras compulsivas también son fruto del razonamiento emocional. Ante una situación de ansiedad o tristeza, nos vamos de compras y compramos objetos que quizás no necesitamos y probablemente afecten a nuestra economía en el futuro.
  3. Otro clásico ejemplo de razonamiento emocional es cuando vemos una noticia en la televisión que termina condicionado nuestro accionar. Por ejemplo, nos enteramos de un accidente automovilístico en la autopista que tomaremos para ir al trabajo. El miedo a que se repita la situación y ser víctimas de un siniestro nos paraliza y nos hace faltar al trabajo.
  4. Tenemos una mala experiencia amorosa y, en lugar de estar dispuestos a conocer nuevas personas, creemos que todas las relaciones serán iguales y nos cerramos a vivir otras experiencias.

¿Cómo afecta el razonamiento emocional?

imagen de una mujer mirando al horizonte

El razonamiento emocional tiene muchas posibles consecuencias y es importante ser consciente de ellas para poder actuar. 

1. Distorsión de la realidad

El razonamiento emocional nos lleva a tener una visión distorsionada de la realidad. Con este tipo de pensamientos es común caer en la generalización y en los prejuicios, y perder todo tipo de objetividad. De esta manera, no solo corremos el riesgo de tener una mirada poco realista de los hechos, sino también de perder oportunidades de crecimiento por prejuicios injustificados.

2. Ruptura de lazos afectivos

El razonamiento emocional genera discusiones, peleas y hasta puede ocasionar la ruptura de una relación de pareja o amistad. Actuar guiados por emociones como la ira, el miedo o la tristeza nos lleva a confrontar y también puede alejar a nuestros seres queridos sino cambiamos a tiempo.

3. Procrastinación

El razonamiento emocional también afecta nuestra vida cotidiana e incluso puede traer problemas en nuestro desarrollo profesional o laboral procrastinando nuestras responsabilidades. Procrastinar significa postergar tareas y obligaciones de forma reiterativa y sin una razón coherente. Generalmente, la procrastinación esconde el miedo a enfrentar una situación debido a experiencias traumáticas del pasado.

4. Ansiedad

El razonamiento emocional, por otro lado, nos puede generar pensamientos negativos y catastróficos. Esto puede llevarnos a pensar que todo nos saldrá mal y también ocasionar ataques de ansiedad por el pánico a enfrentar situaciones cotidianas que nos presentan amenazantes. 

¿Cómo superar el razonamiento emocional?

Más allá de superar, se trata de aprender a manejar el razonamiento emocional, ya que las emociones asi como la razón, son parte de cualquier desición y procesamiento de información. Siempre es necesario buscar apoyo de un profesional para poder llevar a cabo un plan. Algunas de las acciones que se suelen hacer son las siguientes:

1. Llevar un registro de emociones

Llevar un registro escrito de nuestras emociones nos ayudará a comprenderlas mejor y entender de dónde provienen. Por eso, una buena idea es tener un “diario de emociones” en el cual podamos escribir nuestros sentimientos diarios, analizar nuestra cotidianidad y las cosas que nos preocupan.

Escribir lo que nos pasa nos ayudará a ver las cosas desde otra perspectiva y con mayor tranquilidad, y evitar tomar decisiones apresuradas. Por otro lado, nos permitirá reflexionar sobre nuestros hábitos y creencias y modificar aquellas conductas propias que no nos gustan.

2. Establecer objetivos

Proponernos objetivos claros y a corto plazo es fundamental para superar el pensamiento emocional. Cuando tenemos una meta que nos motiva, es más fácil actuar en función de ella y no de impulsos momentáneos. 

Por ejemplo, nos planteamos como objetivo ahorrar para salir de vacaciones. Cada vez que deseemos comprar algo innecesario por ansiedad, podemos visualizarnos en ese lugar que tanto nos gusta y racionalizar la importancia de no derrochar el dinero.

3. Meditar

Meditar es una excelente alternativa para superar el pensamiento emocional. Las prácticas como la meditación, el yoga u otras técnicas de relajación, ayudan a manejar mejor nuestras emociones y reducir el estrés. Así mismo, son de gran beneficio para el autoconocimiento y la reflexión necesarias para evitar decisiones impulsivas y contraproducentes. 

4. Hacer deporte 

La actividad física, por otro lado, es fundamental para superar el pensamiento emocional. Salir a caminar, correr o realizar algún deporte contribuye a nuestro bienestar físico y mental. Está comprobado científicamente que hacer al menos 30 minutos de actividad física todos los días ayuda a calmar la ansiedad y tomar mejores decisiones, sin guiarnos por emociones momentáneas como la ira.

Ahora que ya conoces qué significa el razonamiento emocional, llegó el momento de reflexionar al respecto. Si necesitas ayuda, no dudes en acudir con un psicólogo certificado. Los psicólogos profesionales cuentan con las herramientas necesarias para ayudarte a controlar tus emociones y llevar una vida emocional saludable y plena.