Si te sientes atrapado en un carrusel de emociones y te cuesta identificar qué es lo normal y qué no, entonces estás en el lugar correcto. Vamos a revisar la señales comunes de malestar o emocional, para que puedas descubrir si necesitas ayuda o apoyo psicológico.
Al final de este artículo, te daremos un ejercicio sencillo de autoexploración, que te ayudará a guiarte en tu toma de decisión. Recuerda que ir al psicólogo no es motivo de estigma, es una herramienta para sentirte mejor. Sin más preámbulo, comenzamos.
Cómo saber si necesito ir al psicólogo
¿Qué hace un psicólogo?
Lo primero es que entiendas qué hace un psicólogo, porque gran parte de los prejuicios y malos entendidos alrededor de esta figura, se relacionan con el poco conocimiento de su profesión:
- Provee un espacio seguro de desahogo emocional, libre de juicios de valor o criticas.
- Provee primeros auxilios psicológicos en casos de emergencia.
- Guía y asesora tratamientos para alteraciones emocionales, cognitivas y conductuales, que no están al alcance de la medicina y la psiquiatría.
- Evalúa y diagnóstica condiciones, alteraciones, enfermedades y trastornos relacionados con todo el espectro emocional, cognitivo y conductual.
Es un profesional cuyo código de ética le invita a tener un perfil sereno y empático, así como un trato cordial y confidencial hacia sus pacientes o clientes. Así que, lo menos que debes esperar de estos profesionales es empatía y confidencialidad.
¿Qué son los síntomas psicológicos?
Lo segundo es descubrir en qué parte de estos criterios entran los síntomas de tu malestar, y de esa forma podrás tomar decisiones informadas.
Un síntoma es una alteración que ocasiona malestar subjetivo, y es señal del desarrollo o establecimiento de condiciones o enfermedades subyacentes. Por ejemplo, la fiebre es un síntoma de condiciones como una infección; la enuresis (orinar en la cama, durante la noche) es un síntoma de alteraciones emocionales en niños; los problemas de concentración son un síntoma de ansiedad.
Como lo imaginas, un síntoma puede representar a múltiples alteraciones, por ello, así como en la medicina, en la psicología se realizan evaluaciones y exploraciones para descubrir a qué apunta exactamente ese síntoma.
Por ejemplo, si bien los problemas de concentración son un síntoma de ansiedad, también lo son del trastorno de deficit de atención, con o sin hiperactividad (TDAH), depresión, trastorno bipolar, trastorno de personalidad, etc. Por ello, la exploración psicológica es extensa, a veces, mucho más extensa en el tiempo, que la exploración médica.
Síntomas para saber que necesitas un psicólogo
Ahora sí, vamos a explorar los síntomas que deben llamar tu atención, para decidir buscar ayuda psicológica. En esta sección revisaremos los síntomas en su espectro más leve y en su espectro más grave.
1. Cuando tus altos y bajos parecen ser más bajos que altos
Estar triste o irritado de vez en cuando, es parte de la vida, pero cuando estas emociones están presentes casi todos los días, entonces algo no va bien. Y lee con atención: es normal sentirse cabizbajo, incluso si no parece haber razón aparecente; esta situación es diferente a la tristeza y la irritabilidad.
La tristeza es una señal importante cuando te hace sentir menos, disminuido, incapaz, poco amado, desesperado o frustrado, cuando te impide ver o proyectarte hacia el futuro o cuando te lleva a evitar situaciones cotidianas.
La irritabilidad se vuelve relevante cuando es fugaz o explosiva, es decir, cuando los cambios de humor son bruscos, rápidos, extremos y, en cierta medida, agresivos (hacia ti o hacia otra persona. Verbal o físicamente). Y, por supuesto, si son cambios constantes o diarios, por un mes o más.
Finalmente, es importante diferenciar estas señales de la personalidad y carácter de la persona, es decir, cuando el cambio es brusco, entonces algo no anda bien. Una persona muy alegre y estable, que en poco tiempo se vuelve alguien irratable y explosivo, puede estar presentando un malestar emocional silencioso.
2. Tu mente es un torbellino y estás desmotivado
Si la cabeza te da vueltas como un espiral, entonces hay algunos pensamientos revoloteando y haciendo ruido. El pensar es parte de la vida. Pensamos para realizar tareas, resolver problemas, imaginar situaciones, revivir memorias, etc. Y, a veces, sobrepensamos situaciones porque estamos preocupados, tenemos miedo o experimentamos incertidumbre.
Y eso es normal. En tales contextos, el sobrepensamiento es una respuesta a esas emociones.
Sin embargo, cuando el sobrepensamiento interrumpe el sueño, genera problemas de concentración, te lleva a tomar decisiones que te afectan o te lastiman (de cualquier manera), te impide realizar actividades que antes realizabas tranquilamente, entonces puede tratarse de una posible alteración.
3. Pesadillas recurrentes o insomnio
Si cuentas más ovejas que horas de sueño, o tus sueños parecen sacados de una película de terror, tu mente te está pidiendo ayuda a gritos.
Hay muchos tipos de insomnio y muchas causas de insomnio, desde las médicas o fisiológicas, hasta las psicológicas. En las primeras, el insomnio puede ser síntoma de una enfermedad orgánica, de alteraciones hormonales, etc.; en la segunda, es síntoma de una alteración emocional.
La causa es psicológica cuando el insomnio se presenta con otros síntomas como rumiaciones nocturnas, miedo extremo, ansiedad abrumadora, etc. Y, además, cuando perdura en el tiempo (he tenido pacientes que han pasado hasta 4 días seguidos sin dormir) y cuando ninguna intervención médica tiene un efecto duradero (más allá de una ayuda momenténea para sedar al paciente y conciliar el sueño un par de noches).
A su vez, alteraciones del sueño (por ejemplo, terrores nocturnos, parálisis del sueño, etc.) y el contenido de los sueños (por ejemplo, sueños de muerte, sueños que se sienten como recuerdos, etc.), pueden generar malestar que no se alivia con medicamentos. En cuyo caso, es importante consultar a un psicólogo.
4. Ataques de pánico y autolesiones
Este síntoma es la cúspide de los motivos para ir al psicólogo. Un ataque de pánico es una descarga emocional extrema, en la que se experimenta una avalancha de sentimientos como miedo y desesperación, lo cual provoca acciones que intenten contrarrestarlo, como: correr (huir), golpear (golpearse), etc.
En algunas personas, los ataques de pánico se asocian con las autolesiones, al ser estas una forma de descargar las emociones contenidas en el ataque.
Esto es importante: Una sola crisis, ya es motivo suficiente para buscar atención psicológica. E inclusive, autolesiones en ausencia de ataques de pánico, también son motivo suficiente para asistir al psicólogo.
Ejercicio de autoexploración
Así que, aquí te dejamos 3 preguntas de comprobación rápida, que pueden ayudarte a decidir si necesitas asistencia psicológica.
- ¿Cuáles son mis emociones más habituales? Si descubres que pasas la mayor parte del tiempo sintiéndote mal y estas emociones se tornan frustrantes o desesperantes, entonces considera la posibilidad de solicitar apoyo psicológico.
- ¿Cómo es mi funcionamiento general? Con esta pregunta puedes explorar tu sueño, capacidad para concentrarte, orientarte y memorizar, ya que todas estas pueden verse muy disminuidas, por motivos emocionales.
- ¿Hay algo que me duele? Si cargas con un dolor afectivo, como culpa, vergüenza, decepción, molestia o simplemente tristeza, entonces considera el apoyo psicológico, ya que posiblemente estés viviendo con una herida abierta.
Recuerda que necesitar ayuda no es señal de debilidad, sino de fortaleza. El primer paso para una vida mejor empieza con un paso hacia dentro, hacia nuestro auto-reconocimiento. Y si, tras leer este artículo, te encuentras con la necesidad de buscar apoyo, en nuestra app tenemos mucho contenido (y asesoramiento psicológico) que puede ser de ayuda.
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