En este artículo encontrarás un maravilloso tesoro: conocer cómo tu sistema respiratorio está interconectado con el sistema de relajación de tu cuerpo, para así conquistar tu ansiedad. ¡Veamos!
Tu sistema respiratorio: un guerrero contra la ansiedad
Tu sistema respiratorio tiene una conexión directa con la relajación, ya que cada vez que inhalas y exhalas tu cerebro recibe una señal para comenzar a calmarse, dándole la bienvenida a la sensación de relajación.
¿Qué es lo que pasa con la ansiedad y la respiración?
Tal vez continúas preguntándote qué tiene que ver la respiración con el aumento o la disminución de los niveles de ansiedad. Aquí no queremos dejarte con la duda. Resulta que el cuerpo tiene un sistema propio de relajación, el cual comprende una serie de órganos y hormonas que inducen la sensación de calma y templanza.
Pues la ansiedad tiende a inhibir este sistema de relajación, y en cambio, a activar el sistema de lucha o huida, un mecanismo del cuerpo y la mente para estar alerta y sobreactivado ante los estímulos y sucesos del entorno.
Lo paradójico de la respiración, es que así como se ve afectada cuando estás en un estado ansioso o nervioso, pues de igual manera puedes usarla como tu aliada para disminuir ese estado de ansiedad, ya que está estrechamente conectada con el sistema de relajación.
Una respiración lenta, pausada y especialmente profunda, tanto para inhalar como para exhalar, estimula el nervio vago, implicado en la sensación de tranquilidad, al mismo tiempo que le permite a tu mente ubicarse en el aquí y ahora, disminuyendo la posibilidad de que se quede sobrepensando en ideas repetitivas, propias de la ansiedad.
Aprendiendo a respirar
Para que la respiración tenga un efecto de relajación, es importante que tengas en cuenta lo siguiente: la respiración es una actividad autónoma, que realiza tu cuerpo de manera automática, por lo que no necesitas pensar conscientemente ni monitorear de manera constante y voluntaria tu respiración. Pero cuando la respiración se vuelve una actividad voluntaria, entonces puede activar el sistema de relajación. Y aquí está lo más importante, ya que respirar de manera voluntaria, prestando atención a todas las sensaciones y emociones de cuerpo y mente, es lo que te permite sentir tranquilidad y disminuir la ansiedad.
Así que, ten en cuenta:
- Inhala por la nariz, imaginando como el aire que entra trae una sensación de llenura.
- Mantén la respiración por un momento, permitiendo que la paz se infiltre.
- Exhala completamente por la boca, como si estuvieras soplando una vela muy delicadamente.
- Repite hasta que sientas que la ansiedad y alteración, van disminuyendo.
Mientras repites esto, puedes dejar volar tu imaginación y trasladarte a un lugar que te genere paz, así le darás un plus a esta herramienta.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a encontrar otra forma de abordar tus estados ansiosos. Te invitamos a leer nuestra publicación sobre la respiración diafragmática, descubrirás que es una excelente compañera para activar tu sistema de relajación y llevarte a otro nivel de calma.