La procrastinación es la postergación de tareas o responsabilidades importantes, en pro de realizar actividades que generen placer y satisfacción. Estos patrones de comportamiento pueden afectar la productividad, el bienestar emocional y la salud mental.
Aunque es normal querer postergar tareas en algún momento, cuando esto se vuelve un patrón constante, entonces puede traer consecuencias negativas. La procrastinación no es una simple postergación, es un aplazamiento constante que genera acumulación de tareas, sentimientos de culpa y baja autoestima.
Si te preguntas qué tan propenso(a) eres a procrastinar, entonces este test de procrastinación te ayudará a evaluar tu comportamiento y a tomar medidas para mejorar tu gestión del tiempo.
Instrucciones del test de procrastinación
Este test está diseñado como una guía, para identificar si la procrastinación puede ser un problema en tu vida. Sin embargo, es importante entender que cualquier resultado obtenido de este test, no es un diagnóstico psicológico.
Tan solo sirve como un punto de referencia, para conocer ciertos rasgos, comportamientos y emociones asociados a la procrastinación. Para realizar el test, lee cada pregunta y responde con sinceridad según tu comportamiento habitual.
- Sé honesto(a) contigo mismo(a), sin responder lo que “deberías” hacer, sino lo que realmente haces.
- Reflexiona sobre situaciones reales de tu día a día.
- No te preocupes si identificas tendencias a procrastinar, no te culpes, ya que el objetivo es mejorar.
Test de procrastinación
A continuación, responde cada pregunta con “Siempre”, “A menudo”, “A veces” o “Nunca”:
- ¿Pospones tareas importantes hasta el último momento? Sueles esperar hasta la fecha límite para empezar algo, incluso cuando sabes que es importante.
- ¿Sientes culpa o ansiedad por retrasar tus responsabilidades? Después de procrastinar, te sientes mal y preocupas por el tiempo perdido o por la carga de trabajo acumulada.
- ¿Te distraes fácilmente cuando intentas trabajar o estudiar? Redes sociales, series, mensajes o cualquier otra cosa captan tu atención y te alejan de tus tareas.
- ¿Tienes dificultades para organizar tu tiempo? No logras planificar bien tu día, y terminas con tareas acumuladas o sin saber por dónde empezar.
- ¿Evitas tareas difíciles o poco agradables? Postergas actividades porque parecen complicadas o te ponen en una situación incómoda porque demandan tu atención o un procesamiento de información elevado.
- ¿Sueles dejar cosas para el día siguiente aunque podrías hacerlas hoy? Si algo no es urgente, entonces prefieres posponerlo en lugar de adelantar trabajo.
- ¿Te cuesta empezar proyectos aunque sepas que son importantes? La idea de comenzar algo complejo te abruma, así que lo postergas una y otra vez.
- ¿Necesitas sentir presión extrema para completar una tarea? Solo te motivas cuando la fecha límite está muy cerca y te sientes obligado(a) o responsabilidad(a) de realizar la actividad.
- ¿Te sientes identificado con frases como “Trabajo mejor bajo presión”? Usas esta creencia como justificación para dejar tareas para último momento.
- ¿Sientes culpa luego de procrastinar? Experimentas culpa, autorreproche, impotencia y sentimientos de insuficiencia por haber procrastinado.
{post-cta}
Resultados del test de procrastinación
Ahora que has respondido las preguntas, identifica qué nivel de procrastinación tienes según tus respuestas predominantes.
Interpretación de los resultados
- Baja tendencia a procrastinar: Si la mayoría de tus respuestas fueron “Nunca” o “A veces”, entonces gestionas bien tu tiempo y rara vez postergas tareas importantes.
- Procrastinación ocasional: Si marcaste “A veces” o “A menudo” en varias preguntas, entonces es posible que procrastinar en ciertas situaciones, pero logras cumplir con tus responsabilidades, a veces con culpa, emociones aversivas, y pensamientos o sentimientos de insuficiencia.
- Alta tendencia a procrastinar: Si la mayoría de tus respuestas fueron “Siempre” o “A menudo”, entonces la procrastinación podría estar afectando tu productividad y bienestar, provocando sentimientos frecuentes de culpa, frustración y baja autoestima.
¿Qué hacer según tu resultado?
- Si tienes baja tendencia a procrastinar, entonces sigue fortaleciendo tus hábitos de organización y manejo del tiempo.
- Si procrastinas ocasionalmente, trabaja para identificar en qué momentos lo haces y aplica estrategias como el método Pomodoro o listas de tareas diarias, para mantenerte enfocado.
- Si tienes alta tendencia a procrastinar, entonces es importante trabajar en la autodisciplina. Divide las tareas grandes en pasos pequeños, eliminar distracciones y establecer recompensas por completar actividades a tiempo.
La procrastinación no define quién eres, pero sí puede influir en tu éxito y bienestar. Identifica tu nivel de procrastinación y da el primer paso para trabajar en ti mismo(a).