Fases del duelo amoroso: ¿Cómo superar una ruptura sentimental?

El duelo por una ruptura amorosa es un proceso emocional que puede ser complejo y requerir de tiempo, paciencia y comprensión, en todas sus etapas. Sin embargo, suele ser bastante invisibilizado y desvalorizacido, por ellos suele vivirse en soledad y quizás, en silencio. 

En este artículo, exploraremos las fases del duelo amoroso y ofreceremos consejos prácticos para avanzar hacia la sanación y el crecimiento personal.

Es importante entender que todas las personas no viven el duelo por ruptura de la misma forma, e incluso, la manera de experimentar sus fases, pueden ser diferentes en cada individuo. Saber esto puede ayudar a ser más compasivos y comprensivos con nosotros mismos, evitar comparaciones y dedicarnos a vivir nuestro propio proceso. 

Primera fase: Negación y shock emocional

La primera reacción tras una ruptura suele ser la negación. En esta etapa, la mente intenta protegerse del dolor emocional, negándose a aceptar la realidad de la separación. Puede ser una negación explícita, en la que una de las partes se rehúsa a distanciarse física y emocionalmente, e incluso rechaza la ruptura. 

Sin embargo, la negación también puede manifestarse en la incapacidad de procesar las emociones, lo que genera una sensación de entumecimiento emocional. Este estado, aunque temporal, puede dificultar el inicio del proceso de sanación. La persona acepta la separación física, pero a nivel mental y emocional, sigue aferrada a la relación. 

Consejo: Es difícil y doloroso, pero, permítete sentir. Reconoce que el shock emocional es parte del proceso y da espacio a tus emociones sin juzgarlas. Pregúntate qué sientes y por qué, esto te ayudará a identificar las emociones que experimentas, con nombre y apellido. 

Segunda fase: Ira y frustración

Una vez que la realidad comienza a asentarse, es común sentir ira o frustración. Este enojo puede dirigirse hacia la expareja, hacia uno mismo o incluso hacia las circunstancias. La ira puede ser una forma de expresar el dolor subyacente, pero también puede obstaculizar la capacidad de avanzar si es muy intensa o si no se maneja adecuadamente.

Es importante entender esto: la ira es una expresión de la tristeza, por lo que es importante ser compasivos con nosotros mismos, tener paciencia con nuestras emociones y darles el lugar que merecen. 

Consejo: No justifiques la ira. Si sientes molestia, es porque hay mucha tristeza. Socialmente, nos dicen que debemos reprimir la molestia (especialmente las mujeres) y que la culpa siempre corre por nuestra cuenta, sin embargo, reconocer tu sentimiento de ira y tu grado de responsabilidad, es un paso vital en la validación de tus emociones y la elaboración de la ruptura. Encuentra maneras saludables de canalizar la ira, como hacer ejercicio, escribir en un diario o hablar con un amigo de confianza. 

{post-cta}

Tercera fase: Negociación y esperanza

La negociación es una fase que puede, o no, estar presente. No es un elemento común en toda ruptura. En esta fase del duelo, intentamos encontrar una manera de revertir la ruptura. Esta etapa suele estar marcada por pensamientos como "Si cambio, tal vez regrese" o "Si hago esto, podemos arreglarlo". La esperanza de reconciliación puede ser intensa y, en algunos casos, llevar a intentos de contacto o reconciliación con la expareja.

Aunque es natural querer recuperar lo perdido, esta fase puede retrasar el proceso de aceptación si se prolonga demasiado. Además, puede llevar a la persona que quiere volver, a realizar actos que van en contra de sus principios, dignidad e integridad física. 

Consejo: Reflexiona sobre si tus intentos de negociar están alineados con tus necesidades y bienestar a largo plazo, además, cuestiónate qué es lo que quieres recuperar, por qué y para qué quieres volver. Las respuestas a estas preguntas, arrojarán luz sobre tus pensamientos. La atención psicológica puede ayudarte a procesar y responder todo esto. 

Cuarta fase: Tristeza y aceptación

La tristeza es una de las etapas más difíciles, pero también una de las más transformadoras. En esta fase, reconocemos plenamente la pérdida y permitimos que las emociones fluyan. Aunque el dolor puede sentirse abrumador, también es el momento en que comenzamos a aceptar la separación como parte de nuestra historia personal.

La aceptación no significa que el dolor desaparezca por completo, sino que aprendemos a vivir con la pérdida y encontrar sentido en ella.

Consejo: Reflexiona sobre lo que viviste, su terminación y lo que puedes hacer a partir de ahora, reconociendo, en todo momento, que eres capaz de ayudarte a ti y salir adelante. También rodéate de personas que te apoyen emocionalmente, dedica tiempo a actividades que te reconforten y comienza a enfocarte en tus propios intereses y metas.

Superar el duelo amoroso: Consejos prácticos

  1. Da tiempo al tiempo: No apresures tu proceso de sanación… pero tampoco lo retrases. Cada persona tiene su propio ritmo para superar una ruptura. Las fases de este tipo de duelos no son fugaces, pero tampoco eternas. Algunas pueden ser muy rápidas y otras pueden durar mucho tiempo.
  2. Evita el contacto innecesario: Mantener distancia física y emocional con tu expareja, puede ser de muchísima ayuda para cerrar el ciclo, y esto incluye no revisar sus redes sociales ni mantener conversaciones prolongadas. Esto te ayudará a ajustar tu estilo de vida, a uno en el que esa persona no se encuentre presente.
  3. Practica el autocuidado: Dedica tiempo a cuidar tu bienestar físico y emocional. Alimentarte bien, hacer ejercicio y descansar adecuadamente son aspectos clave para fortalecer tu resiliencia. Además, realizar actividades que impliquen movimiento e inversión de recursos mentales y emocionales, puede ayudarte a procesar y elaborar tus emociones.
  4. Expresa tus emociones: Habla con amigos de confianza, escribe sobre tus sentimientos o busca apoyo terapéutico. Expresar lo que sientes te ayudará a liberar el dolor.
  5. Reenfoca tu energía: Invierte tiempo en actividades que te apasionen o en aprender algo nuevo, esto no solo te distraerá, sino que también reforzará tu autoestima. Mira este duelo como un proceso de reconstrucción de una rutina y una vida en la que no está esa persona que fue importante para ti, por lo que debes dedicar tiempo y esfuerzo a ti mismo.
  6. Sé paciente contigo mismo(a): Recuerda que superar el duelo amoroso no es un proceso lineal. Habrá días mejores que otros, y eso es completamente normal.

{post-cta}

El duelo amoroso puede ser un camino difícil, pero es una oportunidad para el crecimiento personal. Reconocer las fases del duelo y adoptar estrategias saludables para afrontarlo te permitirá sanar y reconstruir tu vida. Con tiempo, paciencia y cuidado, es posible superar una ruptura sentimental y abrirse a nuevas experiencias y relaciones.