¿Qué es el duelo? - Definición y significado emocional

El duelo puede ser considerado un sentimiento, un estado, un proceso o una experiencia, luego de una perdida real o simbólica, y esto último es importante, ya que el duelo no se circunscribe únicamente a la muerte de un ser querido, sino también a perdidas como rupturas amorosas, divorcios, mudanzas, separación de amigos, perdida de empleo, separación de amigos, perdida del estilo de vida, entre otros eventos similares. 

Así que no podemos hablar del duelo sin hablar de la perdida. Este artículo explora qué es el duelo, los tipos más comunes y por qué atravesarlo es un proceso necesario para el bienestar emocional.

Definición de duelo

El duelo puede considerarse una respuesta adaptativa ante el impacto emocional de una perdida, la cual debe despertar, en gran medida, sentimientos de dolor. No se descarta que el duelo se viva por una perdida que no cause tristeza, pero usualmente, los duelos difíciles son aquellos que implican sentimientos de tristeza. 

Que haya un duelo, sugiere que aquello perdido fue significativo en la vida de esa persona, por lo que así como se transitó ese vínculo, pues de la misma manera se debe transitar su finalización, sin ánimos de intentar evadir el duelo. 

Tipos de duelo según la situación vivida

El duelo varía según la situación que lo desencadena. Cada tipo presenta desafíos únicos, pero todos comparten la necesidad de ser reconocidos y gestionados adecuadamente para evitar que el dolor quede sin resolver.

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Duelo por muerte

Este es el tipo de más conocido. La pérdida de un ser querido, ya sea un familiar, amigo o mascota, genera un vacío que puede parecer insuperable.

El duelo por muerte suele incluir fases como la negación, ira, negociación, depresión y aceptación, aunque no siempre se experimentan de forma lineal, además que puede ser más o menos difícil, en función de la naturaleza de perdida. Por ejemplo, el duelo de una muerte repentina no se vive de la misma forma que el duelo de una muerte anunciada. 

Duelo amoroso y rupturas

El duelo amoroso ocurre tras la ruptura de una relación significativa. Este tipo de duelo puede ser tan doloroso como la pérdida de una persona fallecida, ya que implica la desaparición de sueños compartidos, rutinas diarias, estilo de vida y una conexión emocional profunda.

Las emociones que emergen incluyen tristeza, rechazo, inseguridad e incluso un sentimiento de identidad fragmentada, especialmente si la relación era muy significativa. Superar el duelo amoroso requiere tiempo, autoexploración y, en ocasiones, redefinir metas personales. 

Duelo por finalización de una etapa

De estos duelos se habla muy poco, sin embargo, suelen ocurrir cuando terminaron etapas o ciclos de vida significativos para la persona, como por ejemplo, finalizar la universidad, jubilación, soltería, y similares. Puede que no se experimente ni se resuelva de la misma forma que los otros tipos de duelo, sin embargo, suele afectar el estado de ánimo y en algunas personas, la identidad y el sentido de vida.

Duelo por una perdida simbólica 

Al igual que el anterior, este tipo de duelo suele ser invisibilizado, ya que no es fácilmente perceptible. Consiste en la perdida de una idea o noción que era importante para ti, por ejemplo, uno de mis pacientes experimentó un gran malestar físico, el mismo día que se casaba su hermano mayor, y aunque pensaba que solo era dolor estomacal, esa situación duró un par de meses, hasta que se dio cuenta en terapia, que el casamiento de su hermano se sintió, inconscientemente, como la perdida de una figura importante para él, en su vida.

Este paciente no perdió a su hermano en la vida real, porque él seguía existiendo, sin embargo, sí perdió la idea de un hermano incondicional que estaba con él, para todo y en todo, ya que ahora, ese hermano tenía una familia, otra casa y prioridades que llegan, naturalmente, luego del matrimonio.  

¿Por qué el duelo es un proceso necesario?

Aunque el duelo puede ser una experiencia desgarradora, atravesarlo tiene un propósito esencial: ayudarnos a aceptar la pérdida, ya que aferrarnos a lo que no está o no pudo ser, puede traer conflictos emocionales importantes. 

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  1. Reconocer y validar emociones: Negar o reprimir el dolor del duelo puede provocar problemas a largo plazo, mucho más complejos, como depresión. Por ello, permitirnos sentir tristeza, ira o nostalgia es una parte esencial para sanar.
  2. Cerrar ciclos: El duelo facilita el cierre de capítulos importantes, ayudándonos a dar espacio para nuevas experiencias y relaciones.
  3. Fortalecimiento emocional: A través del duelo, aprendemos a lidiar con la adversidad y desarrollamos resiliencia, una habilidad clave para enfrentar futuros desafíos.

¿Por qué hay duelos no resueltos?

Afrontar la perdida y atravesar el duelo son acciones especialmente dolorosas, que pueden tomar días, semanas, meses, años… no hay una medida de tiempo ni una fórmula correcta para atravesar y superar un duelo. Además, la falta de autoconocimiento, la historia de vida, las condiciones y el contexto de la perdida, así como el reprimir emociones, pueden conducir a duelos no resueltos. 

Entonces, ¿todos somos susceptibles de caer en un duelo no resuelto? Sí, simplemente porque somos humanos, sin embargo, el autoconocimiento y la psicoterapia, son herramientas en extremo poderosas, que pueden ayudar en el afrontamiento y resolución de un duelo.