Síntomas del síndrome de burnout: Señales de alerta
En la vida actual, la presión laboral y las demandas constantes de productividad han generado un fenómeno cada vez más común: el síndrome de burnout. Este síndrome, conocido también como agotamiento laboral o profesional, afecta cada vez a más personas en diferentes campos, desde el ámbito corporativo hasta el educativo y sanitario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido el burnout como un fenómeno que afecta al bienestar mental, físico y emocional. Conocer qué es el burnout y cuáles son los síntomas de este síndrome, puede ayudar a identificarlo a tiempo, con el objetivo de buscar ayuda o desarrollar estrategias que promuevan el autocuidado.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de burnout más frecuentes?
El burnout se diferencia del estrés común porque este último se presenta de manera agua o inmediata, en cambio, el burnout se desarrolla de manera progresiva a través de una serie de síntomas. Estos síntomas suelen aparecer en tres áreas: el agotamiento físico y mental, la desmotivación y disminución de la productividad, y los cambios emocionales.
Y aunque sea difícil de creer, el impacto del burnout puede ser muy amplio, afectando desde la salud emocional hasta la física, y de hecho, sus inicios son tan silentes, que es difícil percatarse que se trata de estrés laboral. Por lo que es importante aprender a identificar estos síntomas cuanto antes.
Aquí te mostramos los principales síntomas del burnout:
- Agotamiento físico y mental: la primera señal, muy invisibilizada, es la sensación continua de cansancio, a pesar de descansar. Se suele escudar esto con excusas como que es necesario rendir a toda costa.
- Productividad reducida: es común que las personas sientan que el trabajo pierde significado y se perciban menos eficaces en sus funciones.
- Desmotivación: los síntomas de este síndrome reducen la voluntad, el interés y la motivación de la persona, lo cual repercute en su identidad y autoestima.
- Cambios emocionales: el burnout puede afectar el estado de ánimo, haciendo que las personas experimenten desde irritabilidad hasta tristeza o ansiedad.
- Problemas de salud: si no se atiende, el burnout puede derivar en problemas físicos y psicológicos graves, como depresión y ataques de pánico.
Entender estos síntomas y la forma en que se presentan permite hacer un diagnóstico oportuno y tomar acciones para evitar que el agotamiento profesional avance y cause daños permanentes. Así que analizaremos los síntomas del síndrome de burnout, enfocándonos en los principales.
Agotamiento físico y mental en el burnout
El agotamiento es una característica distintiva del burnout. Y cualquiera podría preguntar cuál es la diferencia entre el agotamiento común y el de burnout, ya que si algo está claro, es que cualquier tipo de trabajo supone algún nivel de cansancio. Pero en el burnout el cansancio es intolerable, es decir, el agotamiento no se recupera con descanso.
A diferencia de la fatiga común, que suele aliviarse con descanso, el agotamiento causado por el burnout persiste y se siente tanto a nivel físico como mental. Las personas que experimentan este tipo de cansancio sienten que, sin importar cuánto duerman o descansen, la energía no vuelve.
Este agotamiento se presenta de las siguientes formas:
- Fatiga constante: el cansancio persiste y afecta no solo el tiempo laboral, sino también el tiempo personal. La persona se despierta cansada y va a la cama sin energía, sintiendo que el cuerpo nunca logra recuperarse del todo.
- Dificultad para concentrarse: el agotamiento mental se traduce en una incapacidad para mantener la concentración o recordar detalles. Esto afecta el rendimiento, genera frustración y puede impactar en la autoestima, ya que hace creer a la persona que hay algo mal en sí.
- Falta de motivación para realizar actividades: el agotamiento hace que la persona pierda interés en las actividades que antes disfrutaba, desde proyectos en el trabajo hasta tiempo libre con amigos o familiares.
- Síntomas clásicos de ansiedad: junto al agotamiento, se presentan síntomas clásicos del estrés, como el insomnio, la tensión y dolores musculares, lo cual intensifica la sensación de cansancio.
En las sesiones con mis pacientes que sufren de burnout, trato de explicarles que el agotamiento físico y mental es una señal de alerta de que el cuerpo y la mente han llegado a su límite, de que ellos llegaron a su límite.
El problema con esto, es que la ansiedad suele ser tan mal manejada e invisibilizada, que las personas pueden continuar funcionando, aunque con mucha dificultad. Ignorar esta señal puede llevar a un desgaste mayor y agravar los síntomas del burnout.
Desmotivación y disminución de la productividad
Otro de los síntomas característicos del burnout es la desmotivación, que suele estar acompañada de una marcada disminución de la productividad. Debido al agotamiento emocional y el extremo cansancio, las personas que sufren este síndrome pierden el interés por su trabajo, e incluso, por actividades que antes les causaban placer.
Experimentan una reducción en la satisfacción laboral y comienzan a cuestionar la importancia de su labor, hasta el punto de estar en riesgo de caer en una crisis existencial y perdida de sentido de vida. Este cambio no solo impacta en el rendimiento, sino que también afecta la autoestima y el sentido de logro personal.
La desmotivación como síntoma del burnout, se manifiesta de diversas maneras:
- Pérdida de entusiasmo: las personas sienten que el trabajo ha dejado de ser una actividad de satisfacción, que les permite realizarse personal y profesionalmente. Por lo que experimentan apatía y evitan involucrarse en proyectos nuevos.
- Reducción de la creatividad y la eficiencia: la desmotivación impacta la capacidad de ser creativo y de resolver problemas con eficacia. Las personas pueden empezar a percibir sus propias ideas como poco relevantes o insuficientes.
- Actitud pasiva hacia el trabajo: una persona con burnout tiende a realizar solo lo necesario para cumplir con sus tareas, evitando cualquier actividad adicional.
- Disminución del deseo de realización personal: por lo general se experimenta una perdida del sentido de vida, siendo así que la persona se siente extraviada y sin propósito.
La desmotivación no solo afecta a la persona, sino también al entorno laboral, ya que puede influir negativamente en la dinámica del equipo y en la cultura organizacional.
Cambios emocionales vinculados al burnout
El burnout también impacta profundamente la estabilidad emocional de quien lo padece. Las personas que experimentan burnout suelen manifestar cambios de ánimo y emociones negativas que afectan sus relaciones interpersonales y su salud mental.
Algunos de los cambios emocionales más comunes incluyen:
- Irritabilidad: los altos niveles de estrés y agotamiento hacen que la persona tenga poca tolerancia a la frustración. Situaciones que antes se manejaban con tranquilidad ahora generan molestia o irritación. Esto además hace que la persona sea más reactiva e interprete ciertas situaciones de forma errónea.
- Nerviosismo e intranquilidad: la presión laboral constante y la sensación de no ser capaz de cumplir con las expectativas generan nerviosismo. Esta intranquilidad puede dificultar el sueño, interferir con la concentración e incluso afectar el rendimiento.
- Desesperanza y sentimientos de inutilidad: la combinación de agotamiento y falta de realización personal hace que la persona perciba que su esfuerzo no tiene valor. Este sentimiento de inutilidad contribuye a estados de ánimo depresivos y a una pérdida de interés general en su entorno.
- Aislamiento emocional: para protegerse del estrés, las personas con burnout tienden a evitar el contacto social, lo que genera un ciclo de aislamiento. Se sienten incomprendidas y prefieren evitar las interacciones.
Estos cambios emocionales tienen un impacto significativo en la calidad de vida y son una señal clara de que es necesario detenerse y buscar ayuda para gestionar el agotamiento emocional. Puedes realizar nuestro test para saber si tienes síntomas clínicos de ansiedad de manera.
Problemas de salud derivados del burnout
Cuando el burnout no es atendido a tiempo, sus efectos pueden llevar a problemas de salud que afectan tanto el cuerpo como la mente.
Respecto al cuerpo, el agotamiento y los niveles de cortisol elevados, debido a una respuesta de estrés sostenida, impacta varios sistemas del organismo, debilitando la capacidad de la persona para enfrentar otras enfermedades y, en algunos casos, derivando en condiciones crónicas:
- Afecciones cardiovasculares: las personas que sufren de burnout son más propensas a desarrollar hipertensión, arritmias y otras enfermedades cardíacas.
- Problemas gastrointestinales: la ansiedad y el estrés impactan directamente en el sistema digestivo, generando síntomas como acidez, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento.
- Bajo sistema inmunológico: el agotamiento afecta la capacidad del cuerpo para defenderse de enfermedades, haciendo que la persona sea más propensa a resfriados, infecciones u otro tipo de enfermedades.
Ahora bien, respecto a la mente, el burnout puede tener efectos como:
- Trastornos del sueño: la ansiedad y el estrés dificultan que la persona pueda descansar adecuadamente. Esto genera insomnio o problemas para mantener un sueño reparador, lo cual agrava el agotamiento.
- Depresión: como lo lees, el sentimiento de agotamiento, la perdida de interés y de voluntad, así como la desmotivación, son el escenario perfecto para el desarrollo de depresión.
- Ataques de pánico: estas crisis son consideradas en la psicología, como la cúspide de la ansiedad y el estrés, por lo que pueden ser comunes en quienes sufren de burnout, así como las crisis de llanto o llanto fácil.
En conclusión: El burnout es una condición compleja que requiere atención y cuidado. La identificación temprana de sus síntomas y la adopción de estrategias para reducir el estrés pueden prevenir el desgaste a largo plazo y ayudar a recuperar el equilibrio entre la vida profesional y personal. Priorizar la salud mental y aprender a reconocer estos signos de agotamiento es fundamental para preservar nuestro bienestar.