Cómo gestionar tus niveles de energía y ansiedad por medio de la comida

Descubre cómo la alimentación aumenta o disminuye tu energía y ansiedad  

El primer golpe de energía que tienes en el día puede marcar la diferencia entre un día tedioso y lleno de ansiedad, o uno dinámico. ¿Imaginas cómo podría cambiar tu vida si pudieras manipular tus niveles de energía a tu antojo? Bueno, ¡aquí te mostramos que es posible!, y sólo a un mordisco de distancia. 

Relación entre la alimentación y tu energía y ansiedad

Aunque pueda ser difícil de creer, la ansiedad implica un aumento desenfrenado de la energía, que puede generar una incómoda sensación de descontrol y mucho malestar. Pero, ¿qué pensarías si te decimos que hay alimentos que pueden aumentar o disminuir estos niveles de energía, e influir en tu ansiedad?

Pues resulta que algunas comidas pueden hacerte sentir más lento que un caracol en una subida, mientras que otras te pueden hacer sentir que podrías ganarle una carrera a Usain Bolt.

Alimentos para potenciar tu energía y mente 

Elegir alimentos ricos en proteínas, fibra y grasas saludables puede ser una jugada estratégica para mantener tus niveles de energía estables, evitando esos picos de ansiedad. En cambio, consumir comidas grasosas y carbohidratos refinados puede ser un camino seguro hacia la fatiga. Mientras que el azúcar, te da unrápido pero fugaz aumento de energía y ansiedad, que termina en un fatídico choque de agotamiento. 

Pero, como en muchas cosas de la vida, no sólo importa qué comes, sino también cuánto comes. Incluso los alimentos más saludables pueden causar somnolencia si los consumes en exceso. Por ello, es importante mantener un equilibrio. 

¿Existe una dieta perfecta? ¿Hay una dieta milagrosa que hará que te sientas súper poderoso todo el tiempo? Lo siento, pero la respuesta es no. Según un estudio publicado por la Universidad de California, es más importante tener un patrón alimenticio balanceado y ajustado a nuestras necesidades individuales que seguir una dieta específica y milagrosa. Comer de forma equilibrada y moderada ayudará a mantener nuestros niveles de energía y funciones mentales saludables.

Elecciones alimenticias inteligentes

No es necesario cambiar radicalmente tu alimentación de un día para otro. Todo lo que necesitas es ser un poco más consciente de tus elecciones. ¿La clave? Elige alimentos que nutran tu cuerpo y mente para que te sientas lo mejor posible, evitando los bajones de energía, así como los picos de ansiedad. 

Según la Harvard T.H. Chan School of Public Health, un plato saludable suele tener la mitad de su espacio ocupado por vegetales, un cuarto por proteínas y el último cuarto por carbohidratos de grano entero. 

Pero, un día ¿te apetece un trozo de tarta de queso? ¿Por qué no? Siempre y cuando no sea todo lo que comes, está bien.

Pistas energizantes

• En un estudio publicado en la revista PLoS One, se ha comprobado que pequeñas cantidades de chocolate oscuro 🍫 pueden mejorar la función cerebral y el estado de ánimo. ¡Qué dulce noticia! ¿verdad? 😋
• Habas, lentejas y nueces son ricas en magnesio, un mineral que ayuda a tu cuerpo a combatir el estrés y la ansiedad.
• Beneficios del pescado blanco y azul 🐟: beneficia a nuestro cerebro, ayuda a controlar la acumulación de grasas y mejora nuestro estado de ánimo, según un estudio de la Universidad de Copenhague.

Dentro de ti reside un motor que funciona principalmente a base de la comida que ingieres. Si le das a tu cuerpo el combustible adecuado, podrías tener niveles estables y saludables de energía, así como mejorar tus funciones cognitivas. Por tanto, recuerda hacer elecciones inteligentes y conscientes al llenar tu plato. 

Te invitamos a leer nuestro artículo “Cómo tus horarios de comida influyen en tu ansiedad”, para seguir hackeando tu relación con la salud mental. También puedes descargar nuestraaplicación móvil memeonlyme para conocer otras formas de mejorar tu bienestar mental y lidiar con la ansiedad. ¡Tenemos un equipo especializado a tu alcance!

Y recuerda: Los abdominales se hacen en la cocina, no en el gimnasio - dicho popular. Tal vez el cerebro también. 

Referencias:

• Harvard T.H Chan. (2021). The Nutrition Source.
• University of California, San Francisco. (2020). Eating Habits.